
El estudioso de la Toráh debe estudiar los textos sagrados del judaísmo rabínico. Según la opinión de los Jajamím (Sabios), este estudio se lleva a cabo con el propósito de cumplir con el mandamiento de estudiar la Sagrada Toráh. Esta práctica se lleva a cabo en todas las ramas del judaísmo y se considera una tarea muy importante entre nosotros los judíos religiosos y observantes. El estudio de la ley judía se ha desarrollado durante generaciones. Actualmente se siguen redactando nuevos textos, en línea con los cambios en el estilo de vida del pueblo judío. La obligación de estudiar la Toráh está entre los 613 preceptos mitzvót. Está basada en Devarím (Deuteronomio) 6:7, que dice lo siguiente:
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”.
Aunque la palabra “Toráh” se refiere específicamente a los cinco libros de Moshéh Rabénu (Moisés nuestro Maestro), en el judaísmo ortodoxo también se refiere a todo el Tanáj (la Biblia Hebrea), al Jumásh con los comentarios de Rashí, al Mishné Toráh de Maimónides, al Talmúd de Babilonia, al Shulján Arúj del Rabino Yoséf Caro, la responsa rabínica, los escritos de los rebes jasídicos, las obras kabalísticas y la literatura del Musár.